El equilibrio en todo


Asumir equilibradamente la vida, evitando los extremos, es de capital importancia en todos los aspectos de la vida. Por ejemplo, con una planta hay que ser muy habilidoso y delicado cuando se encuentra en sus primeras fases de crecimiento. Demasiada o poca humedad o luz solar la destruirá. Lo que se necesita por tanto es un medio muy equilibrado, para que pueda disfrutar de un crecimiento saludable. Por lo que se refiere a la salud física de una persona, el exceso o la escasez de algunos elementos pueden tener efectos destructivos.

Esto se aplica también al desarrollo mental y emocional. Si ob servamos que somos arrogantes, por ejemplo, que nos hinchamos dándonos importancia, basándonos en supuestos o reales logros o cualidades, el antídoto consiste en pensar un poco más en nuestros problemas y padecimientos, en contemplar los aspectos insatisfactorios de la existencia. Eso nos ayuda a rebajar nuestra soberbia y a ponernos más en contacto con la realidad. Por el contrario, si uno se da cuenta de que reflexiona sobre la naturaleza insatisfactoria de la existencia hasta el punto de sentirse abrumado e impotente, es aconsejable reflexionar sobre el progreso que se ha hecho hasta el momento y sobre las cualidades positivas que se posean, lo que nos ayudará a abandonar ese estado mental de desánimo. Es preciso buscar el equilibrio.

Dalai Lama con Howard C. Cutler.
El arte de la felicidad. 


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